viernes, 26 de junio de 2009

El verdadero Rey


Ayer igual que todos me llamó la atención la muerte repentina de un así llamado "Rey".

El Sr. Michael Jackson por la tarde, talvez solo, se enfrentaba a sus últimos momentos de existencia al experimentar los síntomas de un ataque cardiaco(aparentemente).

Dicen que cuando uno enfrenta la muerte, la vida pasa por delante de tus ojos. ¿Que habrá visto este sr.?, ¿habrá recordado su tiempo de gloria cuando, el mundo se postraba a sus pies?, ¿habrá recordado los excesos, las drogas, los millones gastados en vanidad extravagante?,¿habrá pasado por delante de sus ojos las imagenes de la mutación física que se produjo a si mismo y de como su rostro cada vez se parecía mas a el de un cadáver?,¿habrá recordado a los niños que lo denunciaron por abusos sexuales en “Neverland”?,¿habrá pensado en los momentos de histeria en que se envolvió en los últimos años?.

Este ejemplo de vida, y lo digo con lastima, es una “estrella” para este mundo. Lo que nos recuerda en la oscuridad vivimos y que muchas veces “disfrutamos”.


Hace casi 2000 años un hombre se enfrento a la muerte, vio su vida delante de sus ojos y también pudo contemplar lo que vendría después de su muerte. Jesús vio su vida y se sintió satisfecho, contemplo su muerte y sintió compasión, pero no por si mismo sino por toda la humanidad. Con fe en su Padre contemplo el futuro, las consecuencias de su vida y muerte; como dijo Isaias “Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho”.

Cuando Cristo enfrento la muerte lo hizo pensando en ti y en mi, se sintió pleno de haber cumplido con el mandato de su Padre, lo hizo por AMOR ETERNO.

Hoy el mundo levanta a un “Rey” de vida oscura y muerte inesperada, mientras nos olvidamos muchas veces de el REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES, que vivió en luz, murió en oscuridad por los pecados de todos y resucitó en gloria.

Finalmente quiero agregar algo que también se encuentra en Isaias: “Buscad a Jehová mientras pueda ser hallado, llamadle en tanto que está cercano”.

Podemos hoy ir con seguridad a Jesús porque el dice, “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.”

Primer Mensaje

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